El pasado sábado, 22 de Junio, previo a la noche de San Juan, que despide la primavera, cuatro integrantes del Club Triatlón Villamuriel (Dito, Oscar el presi, Asier, y un servidor), nos desplazamos a la localidad palentina de Grijota, para la disputa del primer triatlón de la temporada para los integrantes de nuestro modesto club. Esta prueba de distancia sprint (750m-20km-5km) es la primera de un total de cinco, que conformarán el “Circuito Diputación de Palencia”, que tendrán lugar a lo largo del verano, por varios municipios palentinos.
Para mí, además de ser mi debut
esta temporada, era mi estreno en esto del triatlón. Las circunstancias no eran
las mejores para iniciarse en este exigente deporte, ya que ni había entrenado
demasiado en el último mes debido a los exámenes, ni contaba con cosas tan
básicas como un neopreno para el sector de natación (muchas gracias mi
compañero Oscar Soto, que tuvo la amabilidad de prestarme el suyo). Por ello tenía
previsto inaugurar mi temporada en el triatlón cross de Dueñas (13 de Julio),
pero los ánimos de mis compañeros por inscribirme, (en especial de Asier que literalmente
me engañó…jejej) y las ganas que tenia de de por fin debutar, hicieron el
resto. Todo ello, hizo que esta primera prueba, se convierta en una aventura,
llena de sensaciones nuevas por descubrir para mí, donde el objetivo ya no era
competir, o medir mis fuerzas con el resto de participantes, mucho más expertos
y preparados, si no de probar una experiencia, unas sensaciones, y terminar
satisfecho conmigo mismo.
Llevaba algunos años sin ponerme
un dorsal desde que compitiera en ciclismo, así que pude retomar esa sensación nervios
y “canguelis” previos a una competición, que tenía prácticamente olvidada,
aunque esta vez con mucha menos presión, al no buscar un resultado destacado,
que lo hizo mucho más llevadero. Muchos preparativos y rutinas previas, que
pude ir llevando a cabo, gracias a la ayuda de mi compañero Asier, mucho más
experto en estas lides. Recogida de dorsal, entrada a la zona de box con el
DNI, colocación de bicicleta, playeras, calcetines, babuchas, casco, gafas,
dorsal, gafas de agua, gorro, chip, neopreno, chanclas, barrita, agua, crema…
Son tantas cosas las que hay que tener en cuenta y a preparar, que enseguida me
invade esa sensación de agobio por pensar continuamente si te estás olvidando
de algo, o alguna cosa no la estás
preparando como es debido.
Una vez colocados los
fastidiosos neoprenos, nos dirigimos en el camioneto de la organización medio
centenar de participantes cual sardinas en lata, a la zona de salida. Cuál es
mi sorpresa, que durante el trayecto a lo largo del Canal, veo que muchos de
los participantes están desplazándose a la zona de salida… a nado! En efecto,
me parece la mejor forma de calentar…pero, enseguida se me viene a la mente
pensamientos del tipo; - ¡Joder vaya cracks, les parece poco 750m, que se van a
meter kilometro y medio! ¿Dónde me he metido!!?? Que esta gente nadará de lo
lindo! Bueno, tras este episodio de canguelo total durante el traqueteo y
vaivén del camión, enseguida nos bajamos, nos ayudamos a cerrar las cremalleras
del neopreno, que tienen su miga, (y más para un principiante como yo) consejos
de última hora por parte de mis compañeros, y… al Canal!
Que fría esta!! Aunque respeta
el tiempo, y hace una fabulosa temperatura exterior, con día soleado, el mal
tiempo y lluvias de los últimos días hacen mella en la temperatura del agua. “Esto
es sopa comparado con lo que tuvimos en Bilbao” aseguraba minutos previos a la
salida algún valiente compañero de fatigas que participó en el prestigioso
Triatlón de Bilbao semanas atrás. Trato
de calentar un poquito con unas brazadas y de hacerme a las sensaciones
inéditas de nadar con neopreno y su flotabilidad. Ultimas directrices de los
jueces, vía megáfono, y… bocinazo de
salida!!
Primeros metros súper
agobiantes, mucha gente tratando de avanzar lo más rápido posible, así que
llegan los inevitables manotazos y patadas, entiendo que involuntarios, porque
yo también daría alguno que otro, es inevitable ante tal apelotonamiento. No
cojo ritmo de respiración en ningún momento, cae algún que otro trago de agua,
así que durante un buen rato me limito a “sobrevivir” y a tratar de avanzar a
un ritmo constate. Como todos, trato de ir pegado a la orilla, para sufrir
menos la corriente del Canal, pero es muy fácil desorientarse, y en ocasiones
levantando de vez en cuando la cabeza, me veo en el centro, y esto para mi
desgracia, se repite durante varias veces… ya me avisó Oscar Soto que esto de
nadar “en S” ocurría con cierta facilidad si no andabas con mucho cuidado, y
levantando la cabeza cada pocas brazadas, y yo como buen novato, caí en uno de
los errores más comunes. Cada vez se va disgregando y espaciando más la cosa,
lo que facilita encontrar un poco el ritmo de brazada, aunque nunca sin
terminar de encontrarme cómodo. Van pasando los metros con sensación de
lentitud, un nuevo apelotonamiento para alcanzar la escalerilla de salida, y
por fin consigo salir del agua!
Y aquí, como ya me avisó Asier,
a veces en cuanto pisas tierra firme, te invade una sensación de mareo, a
consecuencia de ir respirando siempre por el mismo lado, y tener el cerebro
como hiperventilado con tanta respiración acuática. Ese mareo me acompaña toda
la transición, dificultando un montón el cambio de material, de manera que lo
hago de forma muy lenta. Esa sensación va desapareciendo con los primeros
minutos sobre la bici.
Una vez montado en la flaca,
trato de recuperar y remontar posiciones, por algo es “mi deporte”. Cojo buen
ritmo a velocidad crucero de 40kms/h y
voy alcanzando participantes. La pena es no poder alcanzar un buen grupeto con
el que resguardarme del aire, y alcanzar más velocidad. Durante el trayecto, al
ser de ida y vuelta, me cruzo con mis 3 compañeros. Oscar el presi, que se ha
marcado un excepcional sector de natación, fruto de la experiencia, y el buen
entrenamiento, y con Asier, que iba “volando” a rueda de un buen pelotón que se
formó a la salida del agua. Más adelante me cruzo con Dito, que venía luchando
con el Dios Eolo con gran pundonor en solitario, tras habérsele atragantado el
siempre complicado sector de natación. Gesto de complicidad y seguir dándole a
los pedales como un descosido.
Nueva transición, de nuevo
bastante lenta, y a correr! Uy madre! que mal me van las piernas! Las tengo
como piedras! Me cuesta horrores adaptarme a la carrera tras el sector de
bicicleta. Hasta el kilometro 2 no cojo un ritmo constante y aceptable.
Mientras tanto, voy cruzándome con el resto de participantes que van como
motos, dirigiéndose a la meta. Vuelvo a cruzarme de nuevo con mis 3 compañeros,
donde veo que Asier, que esta ante su sector preferido, está llevando a cabo
una buena remontada.
Mientras tanto, me limito a correr como buenamente puedo, con un poquito
más de ritmo en los 3 últimos kilómetros, y por fin cruzo el arco de meta. Trato
de recuperarme del esfuerzo con una buena raja de sandia proporcionada por la
organización, y un Aquarius fresquito, bien merecido, que sienta de lujo.
Intercambio las primeras sensaciones con Asier
y Oscar, y con otros integrantes del equipo como Alfonso, Oscar Soto,
Luis, ó Javi, que se habían acercado a
animarnos. Todos juntos animamos al valiente Dito, que hizo su entrada triunfal
acompañado de toda la chiquillería, en un momento bastante entrañable y
simpático.
Otro equipo que lo hizo genial,
fue el equipazo de animadoras que tuvimos durante toda la prueba, incluido el
sector de los más peques, que gritaban incansablemente el nombre de los “papis”,
y el fotógrafo e informático oficial del club, Alfonso, del que ya estamos
deseosos de ver su reportaje fotográfico.
La próxima aparición del club,
previsiblemente será para el Triatlón Cross de Dueñas del 13 de Julio, donde se
espera la participación de más compañeros del Club, como por ejemplo Iván, que
tiene previsto su debut para esas fechas.
Un saludote. Samuel Ruipérez, "Memorias de un debutante"